Donde esconder tantas....ganas de volar!?

Escribir siempre es bueno, pero cocinar aun mas…abarca mas sentidos, otras emociones…será por que tengo mas amaestrada la cuchara que el lapicero, pero el documentar mis experiencias complementa cada preparación, siento que es como pasar el pan por la sartén a mis comidas.

Hoy vengo con un “varieté importante”, de punta a punta…recorriéndome, explorando mi exterior mas interno y siempre buscando florecer lo mejor y así decodificar las cosas que vivo a cada instante, en cada lugar…
Como acostumbro, cuando cocino y cuando escribo, la música amalgama a la perfección mis días, por eso quiero empezar dejando un fragmento y un video de “Donde esconder tantas manos”, de Las Pastillas del Abuelo, de su último material “Crisis *” que unta lo que estoy viviendo y repaso en fotos...

No importa cuanto me puedas alejar de la realidad
Yo siempre vuelvo,
Psicologia infernal, picante, dulce y sal
Pero despierto y ya no vuelvo.

Pasado el tiempo al fin
El espejo devuelve
Una imagen mas familiar.
Voy eligiendo a gusto
Y alternando puede haber picante, dulce y sal.

Me bato a duelo con quien diga que voy bien
Porque hay rachas en esta vida,
Soy grande y que señor no vaya a confundir
La soberbia con la autoestima!

Que la soberbia mira desde mas arriba
Y no llora penas ajenas
En cambio el autoestima se transmite

Y contagia a cualquier persona buena.

Este ultimo tiempo me he compenetrado mucho con el trabajo, no solo por la responsabilidad que siento por el, sino un poco también por que “los horarios del cocinero” van a a contramano del mundo...pues salgo tarde de trabajar y los horarios de sueño se me han cambiado lógicamente. Mas allá de eso, como se dice: “siempre hay tiempo para un asadito” (sea el pais que sea!). Hace un tiempito un sábado por el medio día…armamos una comidita en casa de Alex, con Roxane y Julie…mis amigos “franchutes”. No me voy a atribuir meritos que no fueron míos, así que cocino Alex una carne a la parrilla con unos chorizos y entre todos preparamos la ensalada.Siguiendo con la temática, aprovecho a dejar otras fotos de unas “cositas” que hice en casa, días atrás….

Con Alex al lado de la parrilla.

Carne y chorizo a la parrilla con ensalada.

Tira de asado al horno con vino tinto, cebollas y berengenas.

Morcillas con zapallitos y cebollas al horno.

Entre todo lo que mastico y digiero, siempre queda el gusto…Pensando en todo lo que vengo desarrollando a través de mis viajes, una de las tantas cosas que se “canjean” (no me gusta la palabra “resignan”) por otras, es ver a la familia. Lógicamente a esta altura, y luego de 4 años de “idas y venidas”, he aprendido a vivir con eso y a disfrutarlo en cierto modo. Apunto a esto por que mi debilidad, son mis sobrinos y verlos crecer ha sido una de las cosas de las que hablo (escribo). Mas aun en este momento donde dos acontecimientos movilizan a la familia. Primero, es la llegada de mi novena sobrina, Jazmín…el 08/11, hija de mi hermana Laura, y mi cuñado Diego, así que se agranda la familia.
Y en el otro extremo, y lo digo así por que mi sobrino mas grande Estanislao (Tani) tomo su primera comunión…
Por eso me gusta, mechar estas cositas…entre familiares, cosas personales e historias que vivo con la mochila! Sin duda alguna, son cosas que marcan, que dejan una huella…que nutren (además del estomago) y estas solamente toman importancia con el tiempo…con los años.

Por si alguien no ha leído algún escrito que hablo sobre mis sobrinos (y me seco las babas!), dejaron de ser 8 (los monos!)…ahora son: Tani, Birsa, Morena, Martina, Catalina, Valentín, Cyrano, Facundo y Jazmín. Así de surtido…5 nenas y 4 varoncitos! ;) Lo mas lindo de todo esto (con toda la responsabilidad que conlleva) es ser: “el tío Javy que viaja por el mundo cocinando”.

Bienvenida al mundo Jazmín, mi 9 sobrina.

Mis padres y Tani en su primera comunión.

Por que todo se relaciona y como a todos mis sobrinos les gusta el helado…y a mí también, no puedo dejar de contarles lo que me paso hace unos días. Sin duda alguna reviví por un momento mi infancia y muchos recuerdos inocentes de esa época.
Resulta que camino a mi trabajo, tanto calor hacia que me dio ganas de un helado y como un niño colgado del mostrador pedí mi “cucurucho de tres gustos”. Quieren saber de que? Chocolate con almendras, banana split y Mburucuyá (maracuyá o fruta de la pasión) (…y eso que no había Limón!). La cuestión fue que cuando me dá el helado lo tomo y al lado me entregan una bandeja…y mi primer pensamiento fue: “para que será eso?”. Atontado por las ansias que me provocaba pegarle la primera lamida, no hice caso y salí caminando, contento “como perro con dos colas”. Lo mas lindo fue al salir a la calle y llegar a la esquina, empecé a sospechar para que era esa “bandejita”, ya que el despiadado sol y la temperatura de casi 40 ºC empezaban a hacer chorrear el helado hasta mi codo mas o menos. Realmente, no les puedo describir la sensación, entre risa, vergüenza y apuro que me invadía…Me empecé a reír solo y caminar más rápidamente, como si eso ayudara en algo. Por suerte esto fue a unas pocas cuadras de mi trabajo…Así que ya saben, si deciden tomar un helado bajo el calor sofocante de Paraguay, nunca dejen la bandejita esa de lado…les será útil!

Dejo un recorrido de algunos momentos, lugares, personas y postales de Py...

Si van a tomar helado en Paraguay....recuerden!

Las artes son bellas...

Plaza de la independencia y Hotel Guaraní.

Baile típico paraguayo con un cántaro (jarrón).

Los caprichos de la naturaleza.

"Ascensor", si sube...pero "desensor" si baja? ¿?

"Prohibido la venta de bebidas alcoholicas a menores de 18 años", en guaraní.

Santa hamburguesa.

Yo, de "coté"...

Punto aparte necesito para mencionar sobre un acontecimiento hermoso que he vivido como lo fue ver una “invasión de libélulas”. Estos simpáticos animalitos han signado muchos momentos en mi vida…Recuerdo haber escrito ya sobre eso cuando vivia en Perú y pueden releerlo AQUÍ. (en la página…)

Caminando por las calles asuncenas me topé con millones de libélulas que revoloteaban las calles como anunciando algo. Fue algo muy raro, pues fueron dos cuadras llenas….pero llenas! Sorprendían a la gente, volando por todas partes y lo mas cómico aun que en una esquina…doblaban todas dejando despejada la siguiente cuadra.No obstante eso, en mi trabajo siempre hay unos animalitos que se le llaman “Amberé” aquí, una especie de lagartija muy pequeñita he inofensiva que están por todos lados y se comen los insectos, por eso siempre se las deja. En Costa Rica estaba plagado también, allí le llaman “Gecos”. En fin, el punto fue que he vivido uno de los momentos de la cadena de alimentación mas impresionantes que he visto en mi vida, además de un ser humano haciendo un asado. Resulta que este “Amberé”, atrapo una libélula en pleno vuelo…y dado su tamaño la maniobra fue sorprendente!

Sin más donde esconder mis alas, desplegadas en alto vuelo. Dejo un beso como caricia de alma y una mirada sincera de mi interior más externo.